La iniciativa global para erradicar la polio cuenta con una herramienta clave de prevención: la nueva vacuna antipoliomielítica oral de tipo 2 (nOPV2, por sus siglas en inglés), desarrollada con la colaboración de expertos y organizaciones de distintos países, entre ellos, FIDEC en Latinoamérica. En 2023, la Organización Mundial de la Salud pasó a la etapa C de uso de esta vacuna, por lo que ahora es la de elección para controlar los brotes por el poliovirus circulante de tipo 2 de origen vacunal (cVDPV2). Se espera que, hacia fines del año, esta vacuna reciba la precalificación y la autorización para ser comercializada de forma definitiva. La aprobación será fundamental en algunos países occidentales, como el Reino Unido y los Estados Unidos, donde se ha aislado el cVDPV2 en aguas servidas.
“En muy raras ocasiones, si una población se encuentra insuficientemente vacunada y otros factores de riesgo están presentes (hacinamiento, falta de higiene y clima tropical), existe la posibilidad de que los virus [de la vacuna] Sabin puedan mutar o recombinarse, y cambiar a poliovirus derivado de vacuna si es que hay suficientes niños susceptibles para que los poliovirus de origen vacunal puedan ponerse a circular en la comunidad”, explica la Organización Panamericana de la Salud. En julio de 2022, una persona, que no había sido vacunada, perteneciente a una comunidad fundamentalista, presentó poliomielitis por cVDPV2 en el estado de Nueva York.
Por lo tanto, la única protección contra los poliovirus, ya sean silvestres o de origen vacunal, es mantener elevadas coberturas de vacunación en las comunidades. Experiencias pasadas indican que la circulación de poliovirus de origen vacunal se ha detenido rápidamente con dos o tres rondas de vacunación de buena calidad en campañas sucesivas. La solución es la misma para todos los brotes de polio: cada niño debe recibir varias veces la vacuna antipoliomielítica oral para que se detenga la transmisión de la polio de forma independiente del origen del poliovirus. La nueva vacuna cVDPV2 ha sido modificada para aumentar la estabilidad genética del virus con respecto a la de los virus de la vacuna Sabin, por lo que es menos probable que provoque la enfermedad.
En noviembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud autorizó la utilización de la vacuna nOPV2 bajo una autorización de uso de emergencia para iniciar con rapidez la vacunación. Para el período 2022-2026, la estrategia de la Iniciativa Global para la Erradicación de la Poliomielitis (GPEI, por sus siglas en inglés) se basa, en gran medida, en extender el uso de la nOPV2, pero también en mejorar cómo se planifican y ejecutan las campañas de vacunación para aumentar la cobertura y alcanzar a niños que nunca han sido inmunizados. Por este motivo, FIDEC llevó a cabo un estudio de fase III, aleatorizado, controlado y sin ocultación para evaluar la seguridad de la nOPV2 y su capacidad de provocar la respuesta inmunitaria cuando varía el intervalo entre las dosis administradas a lactantes. Empezó a fines de 2021 en la República Dominicana, y se reclutaron 900 lactantes en dos centros. El seguimiento finalizó en 2022.
Estos resultados se presentaron al Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud a principios de 2023. Luego de haberlos evaluado, el SAGE recomendó, para contener brotes, el esquema de dos dosis de la nOPV2 separadas por un breve intervalo, de una o dos semanas. Recientemente, además, el estudio de FIDEC ha sido aceptado para publicación en la revista Lancet Infectious Diseases.
Si bien queda por delante un gran desafío, FIDEC mantiene su compromiso y papel clave hacia un mundo sin polio. Hace 10 años, realizó un estudio en Latinoamérica para evaluar la inmunidad intestinal en respuesta a la vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV, por sus siglas en inglés); ahora patrocinará un ensayo para evaluar la inmunidad de la mucosa faríngea y su función en bloquear la transmisión respiratoria de los poliovirus. Este conocimiento es imprescindible por el aislamiento del cVDPV2 en países desarrollados, que solo han utilizado la IPV durante los últimos 25 años en sus programas nacionales de inmunización. En el estudio, en colaboración con el Centro Internacional de Investigación sobre Enfermedades Diarreicas, está previsto que participen 500 lactantes de la ciudad de Dakha, en Bangladesh. El protocolo se encuentra en período de evaluación por las autoridades regulatorias del país, y se planea comenzar a fines de 2023.
La cita de la Organización Panamericana de la Salud se obtuvo de su sitio web oficial.